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El Tabaco de Rosa

  • Foto del escritor: Florina Landaverde
    Florina Landaverde
  • 16 may 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 23 mar 2023


Fotografía de Gaby Martin
El proyecto de "El tabaco de Rosa" comenzó como ofrenda en los trabajos del temazcal, desde hace tres años se colectiviza entre Rosa, Rizomáticas y hoy Albura. Contribuye, complementa y da movimiento a las economías de quiénes participan en su proceso, desde el cultivo, hasta su porcionamiento y comercialización. El tabaco como planta de poder, en pipa o en cigarro, guarda su tiempo y sus ritmos.
-Itziar Urquiola



El tabaco fue un regalo del universo, nació solo, nadie lo sembró y durante mucho tiempo lo estuvimos devolviendo a la tierra. Hasta que un día se me ocurre recoger unas hojitas y ponerlo a secar. Ya secas las coloqué en mi pipa y estuvo buena la experiencia.


Me gusta fumar, lo disfruto, cuando fumo me relajo; este tabaco me permite no tener esta ansiedad. Si quiero fumarme una pipa lo uso para conectarme, para sentir, para sostener la conexión entre el cielo y la tierra. He tenido unas experiencias muy gratas. Decidí mezclarlo por curiosidad de experimentar algo diferente. Yo ofrendaba tabaco del que compraba, pero al tenerlo, lo resignificas, le das otro sentido.


Hace 3 años estaba pensando en cambiar este hábito que reconozco que me gusta y no lo quiero dejar. Ya no quería fumar cigarro de fábrica. Me empezó a platicar Rosa que tenía mucho tabaco, me regalaba poquito. Le hice una propuesta, le dije dámelo para venderlo.


Hay un camino por el pasto que lleva a través de colores verdes, fucsias, café, ladrillo; a una explanada grande. Algunas veces huele a tierrita mojada, otras veces a fogón y albahaca. Al fondo, en la pared, hay muchas plantitas. En ocasiones está Tonatiuh, en otros momentos Cindy o Juan. Hay una estructura sin techar en donde se encuentra el tabaco, a un lado del chayote, crece alto y tiene unas flores rosas muy bonitas. Ahí mismo, en un espacio sombreado, se pone a secar, junto con la salvia y el toronjil.


El tabaco sigue naciendo solo, yo lo riego y lo recolecto; como fue un regalo, es para beneficio de alguien. Ahora ya que hay quien lo consume, lo aprovecha y se puede beneficiar de él, le pongo más atención.


Como está empolvado, lavo las hojas y las pongo a secar; después realizo la mezcla. No lo hago por conocimiento, sino por instinto. Rosa lo tritura con sus manos y lo va almacenando en bolsas. Yo lo compro, lo divido en porciones, lo etiqueto y lo vendo.


Las intenciones de este proyecto han cambiado con el tiempo, en un principio quería ayudarnos a Rosa y a mí en nuestra economía, que fuera justo el precio, lo que cambió es que ya se colectivizó.


¿De qué manera vamos a resignificar la economía?

Está siendo valioso que nos podamos sentir materialmente apoyadas, sabemos muy bien apoyarnos desde el corazón.


Los colectivos se separan por problemas económicos y esto está siendo sustancial para nosotras. Me gusta pensarnos en equidad y equilibrio, me refiero a Rosa, pero también a Flor, a Gaby, a Itziar, a Martha, a Karla, a Ana. Me gusta que estos ejercicios nos hagan relacionarnos con el dinero de manera diferente. Estoy muy curiosa de descubrir como va siendo que dejemos de estar preocupadas.


Este tabaco ha transformado la forma en que percibo todo lo que implica fumar, como si le tuviera que dar más tiempo y atención a cada vez que me hago un cigarro. Ese espacio de preparación ha cambiado.


La intención no es para que hagamos una súper empresa del tabaco, sino que se revalore o se reivindique el porqué fumar, o para qué.


Yo no me lo fumo porque sí, hay días que sientes la necesidad y hay otros que no. El tabaco es para mí un aliado. Sigo cuidándolo, preparándolo con amor. Como una planta de poder, siempre le he dado el respeto que se merece.


Me gusta aceptar los ritmos de Rosa, de las plantas, del propio tabaco. Algo que he platicado con Rosa es que ella no quiere dejar de realizar sus cosas por el tabaco. Este espacio seguirá mientras se mantenga el respeto a su postura. Entretanto se sostenga y siga siendo armónico, equitativo: que crezca.


Lo que pudiera ser para el futuro, intentar sembrar más, para que haya más y más personas puedan compartir la misma experiencia que tú y yo ya hemos vivido. Que más personas sientan esa misma sensación.



Conversación acerca del proyecto “El Tabaco de Rosa”, entre Rosa Pérez quien cuida y cultiva el tabaco, el toronjil y la salvia y Cecilia Mendoza quien porciona y comercializa la mezcla, gracias por conversar.

Documentada y editorializada desde las prácticas narrativas por Tejiendo Voces.

Texto descriptivo del proyecto por Itziar Urquiola a quien le agradecemos su colaboración. .


 
 
 

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